miércoles, 23 de noviembre de 2011

Investigando el vino (IV) : Bebidas alcohólicas y corazón


Aunque esta noticia está más relacionada con las bebidas alcohólicas en general que con el vino en particular, he decidido incluirla en la serie dedicada al vino por motivos que explicaré al final del artículo.

Recientemente se publicó un amplio estudio llevado a cabo en noruega con 150.000 individuos a los que se les hizo un seguimiento entre los años 1994 y 2003. Los sujetos primero cumplimentaban un cuestionario sobre sus hábitos de cosumo de alcohol y se les tomaban muestras de sangre para conocer sus niveles de colesterol HDL (lípidos de alta densidad o "colesterol malo").

Los datos analizados pasada una década demuestran que los hombres que consumían al menos una bebida alcohólica por semana tenían menos posibilidades de morir por enfermedades coronarias o cardiovasculares ( ratio = 0.52 ), sin influir demasiado el hecho de tener mayores niveles de colesterol HDL en sangre (ratio = 0.55).

Éste estudio se suma a otros que ya apuntaban hacia la misma evidencia. Con estos datos no parece desacertado afirmar que el consumo moderado de alcohol es beneficioso para el sistema circulatorio ( aunque eso no lo convierte en ningún "santo grial" ya que el etanol puede ser muy perjudicial , como ejemplo leer el artículo sobre alcohol y cáncer ).

He incluido este artículo en la serie dedicada al vino porque todavía nadie sabe con certeza de dónde provienen los efectos saludables de esta bebida: unos lo atribuyen a los antioxidantes de la uva, otros al alcohol. Si los primeros tuvieran razón no habría diferencias entre tomar un vaso de vino, uno de zumo o incluso un mosto. Este estudio parece añadir argumentos a la hipótesis de un probable efecto combinado en el que el alcohol también sería coprotagonista en la protección cardiovascular a largo plazo.


Fuente: Circulation: Controlling for High-Density Lipoprotein... (Inglés)

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